La Bruja de Izalith es un personaje mencionado en Dark Souls.
Descripción[]
Al igual que el Furtivo Pigmeo, la bruja aparece solo una vez en el juego, en la cinemática de introducción. En esta escena se la ve como una mujer imponente, con labios azulados y la piel grisácea, con quemaduras en sus manos después de extraer su Alma Señor de la Primera Llama. Lleva una versión más elegante de las ropas que utilizan sus hijas, y su cuerpo es mucho más grande.
Lore[]
La Bruja de Izalith era uno de los Señores, los cuatro seres que descubrieron las manifestaciones de disparidad dentro de la Primera Llama. En algún momento después de esto, se convirtió en la madre de las Brujas del Caos, quienes se creía eran sus hijas biológicas. Las brujas se unieron a Gwyn y su ejército en la guerra contra los Dragones Eternos, y usaron sus poderes para tejer grandes tormentas de fuego para derrotarlos.
Terminada la guerra, se cree que ella y sus hijos se establecieron en su ciudad natal, Izalith, pero es difícil saber si ella gobernó o no la ciudad. En respuesta al desvanecimiento de la Primera Llama, ella intentó usar su Alma Señor para generar una nueva llama. Para este fin, generó una nueva llama en Izalith, conocida como la Llama del Caos. Aunque inicialmente fue capaz de manejarla, su intento no tuvo éxito, y la llama comenzó a volverse inestable. Nadie fue capaz de aplacar la llama, y la bruja de Izalith fue asesinada cuando se volvió demasiado feroz. Usando su alma como combustible, se extendió por todo Izalith, matando a muchos de sus ciudadanos. Consumió su cuerpo, lo transformó en un semillero, y a partir de este la Llama del Caos se manifestó como el retorcido ser conocido como el Lecho del Caos.
El Lecho del Caos dio a luz a las criaturas que serían conocidas como demonios. Muchos de los que fueron capturados por la Llama del Caos se transformaron en demonios de naturaleza similar pero variada, y la mayoría de sus hijos también fueron capturados. Su único hijo varón se convirtió en una triste criatura de lava, mientras que dos de sus hijas lograron escapar parcialmente: Quelaag y la hermana de Quelaag. La parte inferior de sus cuerpos fue transformada, tomando la forma de arañas demoníacas, pero de la cintura para arriba quedaron intactas. Quelana logró escapar por completo, convirtiéndose tiempo después en la "madre de la piromancia".
Los caballeros de Gwyn se enfrentaron a los demonios de Izalith, pero no tuvieron éxito en derrotarlos.
A pesar de la eventual destrucción del lecho a manos del No muerto elegido, la propia Llama del Caos se trasladó debajo del reino de Eleum Loyce, donde ardió con una furia implacable a pesar de los esfuerzos de los habitantes de ese reino por aplacarla. Eventualmente, el mismísimo Rey de Marfil descendería sobre la llama, siendo corrompido por esta finalmente.
Durante los eventos de Dark Souls III, tanto el lecho como la llama no han sobrevivido al paso del tiempo, y los demonios son ahora una raza en extinción. Muchos continúan viviendo en medio de las estructuras ruinosas de la antigua ciudad de Izalith. El actual gobernante de la ciudad demoníaca se sienta solo en medio de sus hermanos caídos, con sus llamas apagándose, siendo el último testigo con vida del nacimiento del Caos en Izalith y la muerte de la madrina de la piromancia.
Hijos conocidos[]
- Quelaag la Bruja del caos
- Hermana de Quelaag
- Quelana de Izalith
- Hija del Caos
- Descarga incesante
- El cadáver que posee el conjunto con remates dorados.
- Las raíces izquierda y derecha del Lecho del Caos.